Mi luz, mi guía
Dulce y argénteo fulgor.
Luz brillante, reflejo
de otro astro opuesto.
Árbol de eterna inspiración.
Presencia vigente siempre
entre la más quiciada oscuridad.
Seguida de pequeños luceros,
Cubiertos de amor maternal.
¡Oh, sublime y hermoso faro!
Torre de guía astral.
Me enseñaste el secreto
de tu reino sin igual.
Resplandeciente luz de guía.
Oh, tema de mis poesías,Me has perdido, enamorado,
Te he compuesto, he cantado,
Pero no cuanto merecías.
La guerra (también de Óscar Santos)
Las guerras son batallas sin tregua,
las cuales carecen de compasión,
y al general poco le importa la legión,
cuyo número sólo baja y mengua.
Pobre general que en sus hombres sólo ve
autómatas programados para obedecer,
máquinas sin voluntad que al morir,
entre muertos o bajas éste no llega a discernir.
Grande el general que a sus hombres ofrece:
intereses, religión, y derechos a defender,
que cuando caen, honrados se ven,
por mil intentos que han hecho
de sus ideales proteger.
Pero pobre del niño inquieto,
que a su padre tiene respeto,
cuando un día cualquiera
le digan que su padre ha muerto…
No hay comentarios:
Publicar un comentario